Hechos Aislados: La Violencia en Hidalgo Según el Manual de Negación por Jorge Luis González Pacheco

por | Oct 18, 2024 | OPINIÓN | 0 Comentarios

La violencia en Hidalgo ya no puede ser tratada como un fenómeno aislado. A pesar de las declaraciones del secretario de Seguridad Pública, Salvador Cruz Neri, quien en su comparecencia ante el Congreso afirmó que los recientes homicidios y actos violentos son “hechos aislados”, la realidad pinta un panorama muy diferente.

En los últimos días, hemos sido testigos de una escalada preocupante de violencia. Solo por citar algunos ejemplos, el 23 de septiembre, un hombre fue encontrado desollado en Metepec; el 3 de octubre, se descubrió una fosa clandestina con los restos de seis personas en San Agustín Tlaxiaca; y, en los últimos días, tres cuerpos sin vida fueron hallados en Epazoyucan. ¿Podemos seguir considerando estos casos como excepcionales? ¿Cuántos más deben ocurrir antes de que se reconozca la gravedad del problema?

El secretario Cruz Neri insistió en que Hidalgo sigue siendo uno de los estados más seguros del país y que la inseguridad es, en gran medida, una cuestión de percepción. (…) Sin embargo, para los ciudadanos que se enfrentan diariamente a la creciente violencia en sus comunidades, esta percepción es su realidad. La aparición constante de cadáveres en diferentes puntos del estado, incluyendo áreas cercanas a la capital, demuestra que la inseguridad no es solo un tema de percepción, sino una crisis tangible que afecta a cada vez más personas.

La diputada Montserrat Hernández criticó duramente la postura del secretario, señalando que minimizar estos eventos como casos aislados es un grave error. Clasificar de esta forma los asesinatos, desapariciones y feminicidios que se acumulan con alarmante regularidad refleja una desconexión preocupante entre las autoridades y la realidad que enfrentan los hidalguenses. ¿Cómo podemos hablar de paz y seguridad cuando, en lo que va de 2024, se han registrado 64 feminicidios en el estado? Estos crímenes, en particular, subrayan una crisis de violencia de género que no ha recibido la atención adecuada por parte de las autoridades.

Y más de 212 víctimas de homicidio dolosos, que reportó la presidenta de México Claudia Sheinbaum el pasado 8 de octubre en su conferencia matutina.

Es fundamental reconocer que la violencia en Hidalgo no es un problema nuevo ni circunstancial. Aunque es cierto que la estrategia de seguridad a nivel nacional ha sido insuficiente, no podemos seguir ignorando que en Hidalgo la situación está empeorando. La creciente violencia ha llegado a la zona metropolitana de Pachuca, y es necesario actuar con firmeza para detenerla antes de que se convierta en un problema incontrolable.

El discurso oficial de «hechos aislados» ya no es suficiente. Es hora de que las autoridades reconozcan la gravedad de la situación y dejen de minimizar los actos de violencia que están afectando a las familias y comunidades en todo el estado. Si no se adoptan medidas inmediatas y concretas, el precio a pagar será cada vez más alto. La paz y la seguridad no pueden seguir siendo simples promesas; deben convertirse en realidades tangibles para todos los hidalguenses.

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